Acerca de Felipe Barrozo
Músico autodidacta; sus inicios en la guitarra ocurrieron en su pre-adolescencia. A los 11, después de que su padre le enseñó un par de acordes, pudo sacar “El 38”, de Divididos. Al poco tiempo ya sabía también “(El momento en que estás) Presente”, de Vox Dei, y “Todas las hojas son del viento”, de Spinetta. A los 12 años, vio a AC/DC en River y esa noche tocó la guitarra hasta que se hizo de día, y supo que sería guitarrista o nada. Por otro lado, también participó como invitado de diferentes grupos de música celta junto con el antropólogo y flautista Fernando Lynch (expareja de la madre de Barrozo), ya que cuando Felipe se largó con la guitarra, su madre aún vivía con él. Para el chico fue natural aprenderse varias canciones del género, que sonaban seguido en casa. La pareja se separó, pero el hombre invitó varias veces a Felipe a tocar con él. Y, casi al mismo tiempo que pisaba escenarios entre mandolinas y gaitas, entró a su primera banda: Legendarios (una banda de rock local).
Para esa época, Felipe vivía en González Catán, y solía ganarse unos pesos tocando tangos en los colectivos junto a otro chico del barrio.
Luego se mudó a Samoré (el barrio Cardenal) con su abuela, para tocar en Legendarios.